HORAS DE VERSUS

¿Por qué siempre elegimos mal?, ¿por qué el ataque entre unos y otros?, ¿por qué el sálvese quien pueda en esta temporada de pandemia, más la yapa electoral, nos ha llevado al VERSUS?

Algunas preguntas que desde las redes, desde mi familia y desde lo que veo en este desigual país, llegan a mis ojos y oídos e intento responderme en ensayos de prospectiva.

Elegimos mal porque no hemos hecho nuestra labor, tan simple como eso. Como papá, como mamá o como adulto tutor de un o una niña que es YA un ciudadano; porque, se es ciudadano peruano(a) desde el nacimiento.

Si le enseñamos a un niño, niña o joven sobre su historia familiar, sus orígenes, a leer desde lo más básico (la Biblia, por ejemplo) hasta lo más complejo y lo(a) acompañamos a aprender a, si le enseñamos a sentirse orgulloso de su idioma, a no mentir para cubrir a sus adultos, a apagar la tele, a orar o rezar, a que SÍ es amado(a), a que lo material irá viniendo pero, que por encima está el amor y el calor de familia; ENTONCES, tenemos un gran camino andado.

Si respetamos nuestras diferencias y entendemos que ser diverso(a) no siempre es sinónimo de personas LGTBI. También,  incluye a la mixtura de etnias y culturas que de por sí, cargan un derecho y un deber de ser educados, de ser atendidos y de ser políticos desde nuestros contextos, desde nuestros códigos, desde nuestra esencia; ENTONCES, seguiremos aportando.

Si entidades como en las que yo laboro, mis amigos, mi familia, nos miramos en el espejo, hacemos mea culpa y recuperamos el VERBO que nos invita a ser acción y consecuentes con el mandato cristiano más el ciudadano; entonces, recuperaremos la alegría de servir, de permanecer insistentes en todo tiempo marcando la distancia aún entre los que dicen que piensan como nosotros pero, que en el fondo solo están contaminados de poses y pseudo intereses por el prójimo. ESO Sí ES SER incómodos, no solo ante el corrupto sino, también con el inconsecuente.

Oído a la música (copio la frase de El VECO), no quiero decir excluir, segregar, marginar o terruquear sino, sentar nuestras posiciones debidamente sustentadas, orientadas a construir, a ese anhelado bien común y no con el afán de decir SOY MAS QUE TÚ. Hacer silencio para orientarle, para darle amor al enseñarle a construir eso que el PAPA PANCHITO llama; HERMANOS/HERMANAS TODAS (Fratelli Tutti)

Recordando mis clases de lógica en la Universidad, “ES CAMINAR Y TRAZAR EL TAN ANHELADO PROYECTO PAÍS CON MENOS DISCURSOS Y MAS HORAS DE REFLEXIÓN (dosificarlas, acortarlas y combinarlas con el pie en el barro), ANDAR y ESCUCHAR AL OTRO/OTRA” porque en ese acto, también nos descubriremos a nosotros mismos, en la voz activa o pasiva del prójimo.

Y lo del ataque de estos tiempos, es solo una evidencia de la forma cómo tendemos a relacionamos unos con otros a diario, detrás y delante de pantallas, MARGINADORES, RACISTAS Y SEGREGACIONISTAS; más visible en algunas cloacas de WhatsApp, FACEBOOK u otras redes donde lo fétido, se huele con intensidad desde cerca y desde lejos también.

¿Qué debemos hacer?, pues recuperarnos en humildad, en honestidad, en reconocer nuestras taras personales y empezar a sanarnos a la luz de la Palabra, porque todos somos pueblo, pero, también extranjeros y, podemos ser diferentes pero estamos en el mismo peque peque en diferentes lugares o roles; es cierto; pero embarcados, lo nos hace iguales por lo que debemos fortalecernos y engranarnos como piezas, para emprender un camino de aventuras en equidad.

Lo último, lo respondo con imágenes que redacto aquí. El valor exorbitante de un par de zapatillas; el turismo vacuna a USA u otros lares del mundo de un pequeño sector de peruanos y peruanas; el de comprar papel higiénico como idiotas; el de vacunarme antes que tú porque, creo que me lo merezco aunque no sea mi turno en la programación oficial; el de asustado(a) sacar mi dinero del banco para comprar dólares, el de pagar carteles y avisos en todos lados para votar por quien al empresario le conviene; el de encerrarme en mi mundo o hacerme la o el vivo y ganar sin chambear; el de contaminarte y matarte para sacar mi producto de una tierra que era tuya; ESTO, es en lo que se han convertido algunas partes del PAÍS bajo la premisa del; “ME SALVO YO PORQUE ME IMPORTO YO, ME DISFRUTO YO Y NO ME INTERESA SI CON ELLO DAÑO, ROBO O ASESINO A OTRA PERSONA”.

Si volviéramos a ser más fraternos y menos egoístas, este país podría recuperarse como una nación distinta; o quizás como lo que realmente significa ser NACIÓN y PAÍS, algo que nunca lo fuimos porque desde la gesta emancipadora, estuvo dirigida por intereses particulares que solo nos dieron un fantasma de independencia que aún nos tiene en un VERSUS, ese QUE REALMENTE NO EXISTE PORQUE TODO ES LO MISMO.

¡¿QUÉ NOS QUEDA PARA HACER COMO CIUDADANOS, FAMILIARES, COLEGAS, ALLEGADOS?!

Volver el rostro a Dios, pedir perdón de nuestra necedad hacia nuestro prójimo; dejar nuestra cobardía de no marcar la diferencia ante los demás; dejar de llevarnos por la corriente; dejar de mirar con soslayo a la viuda y al pobre; dejar de creernos más que los demás o mejores; dejar de ser fariseos y de apostar por hombres y no por Dios.

Reaprender o deconstruir nos va a llevar a ser más honestos, más consecuentes con nosotros(as) y los demás. A servir con alegría, a aprender de todos y todas; de abrir espacios para que el eco de las voces de quienes servimos, se oiga más lejos, como el sonido del manguaré.

Comentarios

  1. Excelente análisis, para nuestra reflexión desde lo más esencial..familia.

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  2. Somos un país que necesita verse al espejo de la historia. Volver la vista a nuestro interior y al prójimo es escencial; interesante aporte para seguir un dialogo muy necesario para nuestros días.

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