NAVIDAD EN PLUMA.

Escuchando villancicos trato de ambientarme a cuatro días de la Navidad. Para mí y el par de galanes que me acompañan, será una semana peculiar; este año no hicimos maletas ni tuvimos que levantarnos temprano para tomar un auto que en medio de dos horas de náuseas y curvas en medio de una vegetación ausente nos llevará a Tarapoto. No tuvimos que bajarnos del auto, subir al mototaxi que nos lleve al aeropuerto y abordar el vuelo que nos lleve a Lima. Este año, la tradición familiar que ha tenido algunas pausas entre matrimonio, gestación, tratamiento médico tuvo otra pausa ya que no pasaremos la Navidad ni el Año Nuevo en Lima con los padres, abuelos, tí@s, prim@s, sobrin@s y las nuevas integrantes de la familia que nacieron hace algunos meses. Este año, no hubo el peregrinaje a las tiendas de Lima en medio de compradores de última hora. No envolveré regalos para tooodos…Este año decidimos quedarnos en Moyobamba, en casa y una sensación entre triste, relajada y de sentirme cu...